miércoles, 30 de diciembre de 2009

La intención de lo Real Maravilloso: La búsqueda del Pasado en Pedro Páramo de Juan Rulfo

La pregunta es: ¿para qué lo real maravilloso busca representar la situación actual (entiéndase por actual todo el siglo pasado) del espíritu de la sociedad latinoamericana? ¿Y cuál es su relevancia en comparación con otro tipo de narrativa en Latinoamérica?

Para dar respuesta a estas dos preguntas, repasaremos la obra de Juan Rulfo y su novela Pedro Páramo. Cabe decir que Juan Rulfo, como ciudadano mexicano nacido en 1918, tuvo una marcada influencia de las consecuencias que dejó la revolución mexicana (1910-1917) y la guerra cristera (1926-1928). A su vez, literariamente, tuvo un apego importante hacia las obras de Faulkner y escritores franceses, rusos y nórdicos que le dieron herramientas literarias que lo diferenciaron de la obra recurrente en esos tiempos, la novela revolucionaria. Sus obras fueron El Llano en Llamas (1953) y Pedro Páramo (1955) donde, lo que lo hace distinto, es su manejo del tiempo y su visión mitificada de la realidad.

Lo que quiero rescatar de la obra de Rulfo, y en particular de Pedro Páramo, es la intención de la novela, porque eso respondería las dos preguntas iniciales. La obra no busca describir los hechos caóticos de la revolución, sino, parte de una consecuencia, como por ejemplo la cantidad de huérfanos que dejó la guerra, pasando por la búsqueda del padre que nunca conocimos y llegando al desolador final de un pasado fantasmal, un infierno donde predominó el feudalismo, el abuso al campesino, la indiferencia de la iglesia y el problema de las tierras.

Juan Preciado, buscando cumplir la promesa que le hizo a su madre antes de morir, va al encuentro de su padre, Pedro Páramo, a quien no conocía y del que solo sabía que vivía en un pueblo llamado Comala. Al volver atrás, encuentra este pueblo infernal, lleno de fantasmas y presagios que anuncian el mal. Descubre, también, que su padre está muerto, como la mayoría de habitantes de aquel pueblo. Aquí, Rulfo usa el concepto de muerte como un segundo nivel, un estado del hombre que le permite mantener contacto con los vivos. Se entera, de boca de los primeros habitantes que le dan la bienvenida al pueblo, que no era el único hijo de Pedro Páramo y que su padre muerto había sido un señor feudal, dueño de toda la hacienda Media Luna. La muerte de sus hijos y su principal decepción amorosa con Susana San Juan, hizo que Pedro Páramo azotara al pueblo con su abandono y abuso, obligando a los pobladores a huir de Comala. La narración de Rulfo pasa por temas agrícolas y, los diálogos entre los personajes, son tratados respetando el dialecto de la región. La novela nos cuenta la forma en que viven los habitantes de Comala, y lo hace mediante los recuerdos y las vueltas al pasado de los colocutores de Juan Preciado.

El regreso al pasado es el pilar principal de la novela y de lo real maravilloso. Mediante ese ‘volver’ podemos darnos cuenta del verdadero rostro de un pueblo, en este caso México, siendo más general, Latinoamérica. Juan Preciado, al buscar a su padre, nos da la oportunidad de conocer el pueblo, sus habitantes, sus creencias, sus costumbres y la barbarie a la que fue sometida. El buscar a su padre, lo hace ir en busca, también, de su identidad, de su procedencia, encontrándose con un mundo acabado por el odio, el rencor y la venganza. Todos esos sentimientos destructivos son representados por Pedro Páramo, el feudal, el cruel y arbitrario mandamás de las tierras, que fueron las que desataron la Revolución Mexicana en 1910. El final de todo esto, y esa es, en mi opinión, la razón de la novela Latinoamericana: es mostrar nuestro rostro mágico, oriundo y auténtico, darnos cuenta que ya sea por la modernidad o por nuestra propia alienación, siempre terminamos enfrascados en guerras y posiciones políticas radicales, obviando lo obvio, olvidando y desconociendo, lo que viene a ser peor, lo que realmente somos.

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