domingo, 7 de febrero de 2010

Feliz 2010


El año pasado fue un fin de año bastante malo. Mis constantes debacles emocionales no me permitían disfrutar tan importante suceso. Recuerdo que pase el año encerrado en el Kia 97 y mensajeando a mi amiga Martha que estaba a las afueras de Lima, en un campamento con amigos de la universidad. Supuestamente estaba en una reunión familiar en el club de Yurimaguas, cuando en verdad debía haber estado con la chica que era mi novia, amiga cariñosa o compañera complaciente de aquel momento, pero mi ánimo taciturno me obligó a vivir la media noche encerrada en el coche esperando que me diera una muerte rosa.

Este año fue diferente. Si bien es cierto que en un principio había quedado con los chicos de promoción para pasar juntos las últimas horas del 2009, en realidad la pasé lejos de San Juan, al otro lado de la ciudad, en San Martin de Porres, mi ex barrio de niño triste que corría por la avenida Perú, hace más de quince años. La reunión era en casa de mis primos Lili y Vladimir, a quienes aprecio mucho porque tienen una forma cariñosa de tratarme, sobretodo Lili, quien es muy dulce y demuestra sus afectos con abrazos y palabras cariñosas. Ellos tienen un hijo, Vladimir Junior, quien curiosamente terminó encariñado conmigo, y digo esto con la convicción de que los niños no son mi fuerte, porque no los soporto y ellos no me soportan más de quince minutos. Vladimir Junior estuvo en mis brazos y jugando conmigo antes de dormir, cosa rara, porque generalmente terminan llorando y pidiendo a gritos a sus padres. Lo bueno fue que esa relación repentina de cariño con un niño de dos o tres años no motivó en mis padres la ternura de abuelos en potencia, ni lanzaron indirectas cuando me vieron con el bebe en brazos, sobretodo mi madre, la más emocionada con el tema. Ver a la familia fue lo mejor de la noche, pero tengo que hacer una mención aparte a la música, a esa melodía cajamarquina que tanto me hace bailar. Los carnavales y la marinera cajamarquina son cosas que me hacen feliz, porque aunque no sé bailarlos, me muevo con una autoridad que creo tener porque mi padre nació allá y llevo en mi sangre ese amor por Cajamarca que mi única visita a esa ciudad me permitió reafirmar. Bailé con mis tías, con mis primas, con mi madre y tomé con los que tomaban, menos con papá, porque era el amigo elegido y yo era el elegido amigo para tomar. Lo mejor de la noche fue la llegada del año nuevo, el 2010, la sesión de fotos, los abrazos, las palabras de amor y aliento que nos regalamos sin restricción. Este 2010 comienza con la consigna, nuevamente, de publicar, por lo menos por internet, las novelas que tengo en el tintero, terminar la universidad, buscar trabajo porque odio no tener dinero, aprender más idiomas, leer más novelas, escribir más, volverme a enamorar, aunque esto último puede esperar, porque quita tiempo para todo lo demás. Igual les deseo todo lo mejor a las personas que amo y respeto. A mi padre, que logre descansar del trabajo diario, que viaje mucho y se divierta como nunca. A mi madre, que borre las heridas del pasado completamente, que sea feliz, que comience su negocio, que siga aprendiendo cosas, que nos siga amando como siempre y que perdone mis faltas. A mis hermanas, que luchen por sus sueños, que se enamoren, que aprendan del amor, que lean mucho, que vean mucha televisión, que adelgacen, que me sigan amando como yo a ellas y que rían y lloren también. A Lili y Vladimir, que se sigan amando, que cuiden y hagan feliz a Vladimir Junior, que la casa y la familia crezca, que viajen y disfruten la vida y que todos sus proyectos se cumplan. A Jorge y Verónica, que su bebe sea la niña más bella e inteligente de la escuela, que no falte trabajo, que no falte amor, que no falte alegrías y sobretodo muchos abrazos. A mis amigos, a Sergio, que publique su libro, lo espero con emoción, aunque ya no se lo diré porque estamos peleados o por lo menos distanciados. A Luis, que termine la universidad. A Eder, que siga el amor y que regrese a la universidad. A Meche, que encuentre el amor. A Martha, que sea la mejor madrina del mundo, porque yo seré el padrino y mi actuación será calamitosa. A Marco, que recapacite y me quite el padrinazgo. A Benjamín, que supere el hecho que será mi ahijado, que sea un niño feliz y que su madrina Martha le de muchos regalos. A Carolina, que tenga más novios de la promoción y que construya el decimo piso de su edificio. A Kathy, que se case con su novio. A Marianela, que abra su corazón. A Cynthia, que nos lleve a pasear mucho este año. A Raúl, que se case con Liliana. A Liliana, que se case con Raúl. A Elard, que logre sus metas, que siga con Soplin, que se amen mucho y que se compre el Mustand del 67 que tanto quiere. A Soplin, que me siga queriendo como hasta ahora, que ame a Elard por siempre, que se titule, que le guste mi regalo del amigo secreto y que el bólido siga corriendo. A mi gemelo diabólico, que termine la universidad, que siga teniendo muchas chicas a la vez, que no embarace a nadie y que no se enferme de nada. A José Valiente, que siga haciendo empresa, que siga enseñando a otras personas que como yo aprendieron de él, que sea el héroe de su familia, que se case con Ruth, que se compre otro carro y que ese carro sea para hombre. A Evelyn, que Tiziano sea un hombre como su padre, que lo primero que dije no se cumpla y que sea algo mejor, que la bebe que viene en camino sea tan bella e inteligente como su madre, que se titule y que sea la mujer más feliz del mundo. A mi madre Jessica, que se case con mi padre, que siga siendo tan buen ser humano, que ascienda, que me siga queriendo y que nos sigamos reuniendo con las chicas como hasta ahora. Al maestro Tunque, que termine la universidad y que sea supervisor. A Charolin, que sea gerente regional, que haga el niño más feliz del mundo a Jesús, que no maltrate a Paulino más de lo que me quiso a mí y que me siga recibiendo con cariño cuando vaya a visitarla. A Carmen, que me permita ser su amigo siempre aun cuando consiga un novio celoso, que me regale mil noches de cine en su cuarto, que pase estadística, que le gane a Rafita en el ranking de ventas, que su hermano me siga ayudando con la laptop y que Carlitos Bex la moleste más. A Canales, que siga siendo campeón la U y que se case con la charapita. A Paulino, que siga siendo el prospero de la cuadra y que su fortuna crezca más. A Pecho, que deje el banco y regrese a la universidad. A Francis, que deje a su gordo y se case conmigo. A Héctor, que venga más a la casa y que perdone mis desplantes. A Rafael, que siga diciéndome ¡Qué mujer! Y se siga acomodando el cabello con ese glamur que solo él tiene.

En fin, un feliz año para todos, para los que no están en esta lista, mis mejores deseos, de paz y prosperidad, que todo crezca, que todo sea en abundancia, sobretodo, el dinero y el amor. Me voy a dormir.

1 comentario:

  1. Lindo estos deseos Rodolfo!
    Tambien t deseo q sigas creciendo
    en la escritura y q acabes la Univ. colega!

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